El papa Francisco inició una visita de Estado de tres días a Chile en medio de las muestras multitudinarias de fervor y adhesión hacia su persona, y algunas protestas aisladas de rechazo a esta gira apostólica, que proseguirá el próximo jueves en Perú.

El papa Francisco dijo este martes que era «justo pedir perdón» y que sentía «dolor y vergüenza» ante el «daño irreparable» causado a los niños víctimas de abusos sexuales por parte del clero chileno, en el discurso a las autoridades en el primer acto de su visita a este país.

«Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a los niños por parte de ministros de la Iglesia«, señaló desde el palacio de La Moneda.

En compañía de la mandataria Michelle Bachelet, el papa Francisco visitó este martes por la tarde el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, en Santiago de Chile.

 Se trató de la primera vez del Sumo Pontífice en una cárcel sólo de mujeres. Allí escuchó el testimonio de una reclusa detenida por narcotráfico y brindó un inspirador discurso para todas las condenadas del mundo a vivir en una prisión.

«Pueden privarlas de la libertad pero no de la dignidad. Nadie puede ser privado de la dignidad. Estar privadas de la libertad no es sinónimo de pérdidas de sueños y esperanzas», afirmó Francisco en un acto en uno de los gimnasios de la cárcel, donde unas 400 mujeres lo escuchaban atentamente.

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