«No renunciaré; repito, no renunciaré», dijo Temer en un pronunciamiento en el que clamó su inocencia frente a la grabación que le realizó el delator Joesley Batista, dueño de la empresa frigorífica JBS.

Temer rechazó haber avalado los sobornos que Batista dijo pagarle al ex diputado preso Eduardo Cunha, el cerebro del juicio político contra Dilma Rousseff, para comprar el silencio.

«Escuché el relato de un empresario que dijo que auxiliaba a la familia del ex parlamentario. En ningún momento compré el silencio de nadie. No le temo a ninguna delación. No necesito un cargo o fueros; siempre honré mi nombre», dijo Temer.

El presidente calificó las escuchas autorizadas por el Supremo Tribunal Federal como «pruebas clandestinas» y dijo que pidió el acceso a los audios que fueron grabados el mes pasado.

 

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