Si jugás, hacelo sólo para entretenerte.

Que el juego no te obsesione, controlalo.

El jugar compulsivamente para escapar de problemas, frustraciones o preocupaciones, para intentar enriquecerte o compensar pérdidas en el juego, a veces mintiendo o endeudándote, pone en peligro tu vida personal y financiera.

Aceptá el problema, pedí ayuda y asesoráte a través del programa que te ofrece la Subsecretaría Integral de Salud de las Adicciones y DAFAS, vigente a través de un convenio firmado en el año 2008 entre el ISS y el Ministerio de Salud que posibilitó durante el 2016 la continuidad del trabajo de autoexclusión de las salas de juego y el funcionamiento de los grupos de ayuda psicoeducativos.

Además podés comunicarte al Fono Ayuda-Línea gratuita 132, donde una/un especialista atiende consultas anónimas acerca del juego patológico y otras adicciones las 24 horas al día.

Que el juego no te gane. Podés perderlo todo.

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