Los vecinos de distintos puntos de la ciudad padecieron la tormenta del domingo y ayer aún trataban de encontrar respuestas y soluciones al resultado de los casi 100 milímetros de agua que arreciaron en la capital provincial. Familias inundadas sin asistencia, chicos con problemas respiratorios y entradas inundadas; algunas postales que dejó el temporal.
En la calle Santiago del Estero y Mendoza se apreció el faltante de la mitad del asfalto. Allí, los vecinos denunciaron que ingresó agua a las viviendas, tanto por la fuerte correntada de agua que bajaba por dicha arteria, como desde el interior de las casas y patios, donde las cloacas también rebalsaron.
Una vecina de la calle San Juan 914, Alicia, de 58 años y acompañante domiciliaria de adultos mayores, volvió a sufrir el ingreso masivo de agua, por lluvias y desbordes cloacales en su patio. La mujer vive sola y dos de sus bisnietos se quedaron a pasar la noche en su casa, por temor a que le ocurriera algo. Ayer por la mañana esperaban la llegada de personal municipal.
Alicia adujo que en su patio se encuentra la cañería cloacal y hay también un ramal, por lo que el desborde fue incontenible. Ella, a base de esfuerzo, intentó elevar el piso de algunas habitaciones, pero ni eso la salvó de que muebles y enseres personales quedaran estropeados por el masivo ingreso de agua y residuos cloacales.
En la misma cuadra, otra joven familia que alquila una casa, padeció la inundación de toda la vivienda y la afectación de mucho mobiliario, además de los juguetes de su hija pequeña.

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