Los religiosos serán citados a indagatoria tras el testimonio de la joven madre pampeanay tomó repercusión nacional. El diario El Puntal le dedica su tapa de hoy a la decisión judicial contra los acusados.
La semana pasada se publico una nota en la que se relató que una joven mujer y su beba tuvieron que ser rescatadas por su familia luego de pasar hambre, sufrir malos tratos y padecer una situación similar a la trata de personas.
A partir de la difusión del caso en La Pampa, tuvo repercusión nacional y en la provincia de Córdoba. El testimonio de la joven que rebasó el vaso sirvió para que se iniciara una investigación judicial y se los imputara por trata de personas.
“El pastor español Pedro Gómez y su mujer Maité Varela se encuentran acusados de trata de personas y, en los próximos días, podrían ser citados a indagatoria por el Juzgado Federal”, se lee en la portada del matutino cordobés.
“Los encargados de Remar, la organización que se presenta como un centro cristiano de rehabilitación de marginados, se enteraron de la imputación recién el viernes pasado cuando fueron allanados en cinco de los siete predios que tienen en Río Cuarto”, agrega.
El Puntal contó que pudo indagar que “ya venían siendo investigados desde 2014, después de una serie de denuncias públicas y una presentación formal en la Justicia Federal” pero señaló que el testimonio conmovedor de “una madre pampeana de 22 años que sólo alcanzó a estar cinco días en la quinta para mujeres que Remar tiene en la zona de Palestro fue la gota que rebalsó el vaso y motivó un espectacular operativo de la Policía Federal en las dos quintas que el centro para adictos tiene en jurisdicción de Las Higueras, en una mueblería del bulevar y en un hogar para niños de calle Alsina”.
La denuncia publicada por Plan B Noticias que PUNTAL difundió la semana pasada “reveló condiciones inhumanas de vida en la quinta reservada para las mujeres con problemas de adicción y sus hijos. “Mamá, sacame de acá, me estoy cagando de hambre y nos tratan como ratas” fue el mensaje de auxilio de Nadia Ayelén Robidu que difundió Plan B Noticias.
La chica se internó por propia voluntad el 19 de agosto pasado y cinco días después fue rescatada por su padre y su hermana, quienes llegaron de urgencia desde General Pico, luego de que la madre de la joven fuera advertida por una maestra de las pésimas referencias que tenía de Remar Río Cuarto.
Antes de la determinación judicial Plan B publicó:
Una joven de 22 años y su hija de 1 año y 4 meses vivieron durante 4 días una situación de sometimiento impensada. Recurrieron a REMAR Río Cuarto, el Centro Cristiano de Rehabilitación de Marginados, en busca de ayuda y se encontraron con un sistema basado en el maltrato, el hambre y el sometimiento de la voluntad.
“Cuando vos vas a preguntar te dicen un montón de cosas, que allá tenés para estudiar, tenés un lugar, que vas a tener apoyo psicológico, que vas a tener atención médica, pero no hay nada de eso. Acá te pintaban un panorama que parecía el mejor, todo lo que necesitas para un tratamiento”, indicó Alicia Andrade, madre de la chica.
“Si vos te matás adentro en REMAR, ellos se lavan las manos. El periodista de el diario El Puntal, Alejandro Fara, me pasó varias notas que hicieron por denuncias similares. Los nenes que están ahí no van al colegio. No hacen nada más que estar todos encerrados. Los que llevan más tiempo cocinan el pan pero no lo pueden comer, los controlan para que no coman nada porque todo es para vender. O sea, los encierran, y no los dejan salir más. Solo para ser trabajadores gratis para ellos”, dijo su hermana.
“El trato y la alimentación son inhumanos. Cuando ella llegó el primer día no sabía qué cocinarse porque no había qué comer. Los nenes para comer tenían que robar pan blando de las ventas que hacían ellos mismos. Vivió en una pocilga, te dicen que vas a ir a vivir a una granja. La fachada que te muestran es la casa del supuesto pastor, Pedro Gómez, pero ella estaba atrás de esa casa” añadió.
El Rescate. Después de tanto llamar conseguimos que nos dieran una dirección que después resultó no ser la que correspondía. Mi hija y su papá salieron a las 4 de la mañana de mates 24 de agosto y a las 8 estaban allá. Yo le avisé a Roberto REMAR que iban para allá, que la prepararan y que nos devolvieran a mi hija. Allá los tuvieron a las vueltas hasta después de las 11 de la mañana, se hacían los que no sabían nada, que no los esperaban, que no había pasado nada. A eso de las 10 lo tuve que llamar a Roberto para decirle que llevaban 2 horas allá esperando y que nos devuelvan a la nena. Le dije que se las arreglara como pudiera y le di 15 minutos para que lo haga. Si no lo hacía iba a llamar a la policía. Él quiso como hacer que había un error, no me quiso dar la dirección, no me decía dónde estaba, relató la madre.
El 24 de agosto logró regresar a su casa de Santa Rosa ubicada en el norte de la capital pampeana. La tuvieron que ir a buscar y lograron dar con ella luego de amenazar con hacer una denuncia contra la institución. Cuando se enteraron lo que ocurría, se desespararon y comenzaron a llamar por teléfono pero les negaban el contacto.
“Cuando fui a la escuela de la nena más grande de mi hija le dije que a la mamá la internamos y la maestra me dice ‘no la habrás internado en el REMAR de Río Cuarto’ y al ver mi cara de sorpresa, me dice ‘sacála, yo lo viví con un familiar. No sabés lo que es’”, contó desesperada Andrade.
“Después de eso me fui directo a llamar por teléfono. Estuvimos varias horas sin poder comunicarnos y cuando nos atendió alguien, nos decían que ese no era el número, que el responsable no estaba, que llamara más tarde. Seguimos llamando hasta que me enojé y los amenacé con denunciarlos. Esa fue la única forma en que logré comunicarme con mi hija y me dijo ‘mamá sacáme de acá, tenemos hambre’”, aseveró.
La joven mujer había tenido un episodio de consumo de drogas y la familia se preocupó. En esos momentos tomaron contacto con los jóvenes que le ponen el cuerpo a REMAR en Santa Rosa. REMAR en la capital pampeana es la cara de los chicos que entregan un folleto de la instición cristiana en la esquina de Argentino Valle y Avenida Luro. Otros, circulan con los barrios solicitando dinero a colaboración por el panfleto informativo.
“No te sacan del lugar más que para las ventas. Todo lo recaudado se lo queda el pastor. En Río Cuarto era más de mil pesos por día”, dijo la joven madre.
“Estuvo 4 días y vivió tantas cosas que parece que hubiera estado meses. La comida suele ser fideos blanco con huesos pelados hervidos que tienen mal olor, que están en mal estado. En ese lugar y en las mismas condiciones había 14 chicas con 6 nenes”, agrega su hermana.
El lugar. REMAR evita en todo momento dar las coordenadas exactas de la prometida granja. Al poco tiempo de estar en el lugar les reclaman que cedan todos sus ingresos para solventar el tratamiento. Cada mes, se quedan con las jubilaciones, pensiones, asiganciones universales o cualquier tipo de subsidio o ingreso con el que cuente el paciente.
OTRAS VÍCTIMAS. Nos pusimos en contacto con varios de los familiares de las chicas y no lo podían creer. Cuando escucharon los relatos y le pasamos la información que me pasó el periodista del diario El Puntal, entraron en razón y comenzaron a tratar de recuperar a sus familiares, dijo a Plan B la hermana de la víctima.[/pullquote]
“Cuando llegás a Rio IV ves una mueblería en la avenida Roca pero no te dicen donde las llevan. La fachada de ellos es un centro cristiano. Llegamos hasta allá porque siempre escuchamos que es un lugar cristiano de recuperación en el que no te empastillan, te mandan a una granja con todo tipo de apoyo. Por eso lo elegimos”, añadió Daiana, la hermana.
“Dicen que es gratis pero ni bien llegué me preguntaron si cobraba algo, si tenía asignación. Se lo tenés que dar todos los meses y va a parar al pastor. La plata se la queda él porque no compran nada, la comida es toda donada, los huesos, las verduras que te dan, también. Al pastor nunca lo ves, vive adelante, pero no tiene contacto con los que están internados. No habla con ninguna, solo una vez a la semana te lo cruzas cuando vas al convento”, contó la víctima.
“Las chicas de adentro me decían, para el hambre, hay pan duro. Y es así, a veces hay pan duro. Yo tenía hambre cuando llegué y los nenes me trajeron pan duro que tenían escondido para poder comer algo”, relató.
CAPTACIÓN. Por los chicos que andan en la calle. Cuando han venido acá por casa, te dejan un folletito y fuimos al local del Río Atuel. Te pintan un mundo hermoso y después te encontrás con estos, explicó la mamá de la mujer internada en Río Cuarto.[/pullquote]
“Hace 2 meses atrás mi hija se manejaba sola. Trabajaba, se pagaba el alquiler, sus gastos, el gasto de las nenas. Se quedó sin trabajo y tuvo ese problema. Lo decidimos por eso. No estaba consumiendo mal. Te pintan esto tan bueno que decidió internarse. Te hacen firmar que entras por voluntad propia y después lo usan todo en tu contra. Incluso para poder salir de ese lugar. Una vez que estás adentro te meten miedo con el mundo exterior, donde les dicen que solo hay drogas, violaciones, inseguridad, y les lavan la cabeza”, indicó la madre.
La cara en la provincia. El responsable en La Pampa se presenta como Roberto “REMAR” y el local donde exhibían productos a la venta estaba en la calle Schmidt y Fernández del Río Atuel. “Ni bien se enteraron que la fuimos a buscar, cerraron el local, ya se fueron”, agregó la joven mamá.
“Me traje el teléfono de muchas, el Facebook, las direcciones. Me pidieron que hablara y ya nos comunicamos con varios de sus familiares. Tienen tarjetas de teléfono, de colectivo, todo guardado. Las cositas de los nenes, porque cuando puedan escaparse se van a ir”, dijo a Plan B Noticias.
VISITAS. La primea la pueden hacer a los 3 meses y a los 18 meses podés salir a visitar a alguien y luego tenés que volver.
Por último contó que en el lugar había personas de todas las edades. “Había señoras y señores grandes que los tenían igual y llevaban años en la misma situación. No te dejan comunicar con nadie. Cuando llaman dicen que estás bien pero que andás estudiando, trabajando, o algo así para que no hablen con vos. Hay una abuelita, Valentina, que de la pieza no sale del miedo que le metieron. Atrás había un señor que apenas se asomaba a la puerta”, indicó.