Dos días antes, arribará a Santa Rosa el personal de Gendarmería que estará a cargo de la pericia. Viene el jefe del equipo de Criminalística, un médico forense, un profesional a cargo del área de pericias complejas y un perito balístico.
El próximo miércoles, 31 de agosto, se realizará la reconstrucción del homicidio del cazador piquenseSantiago Garialdi, en un camino vecinal entre Lonquimay y La Gloria. Según pudo saber El Diario a un mes del homicidio,la reconstrucción estará a cargo de profesionales de Gendarmería que llegan a la provincia especialmente para llevar adelante esa prueba, según lo pidió en su momento la fiscala a cargo del caso, Cecilia Martini.
La reconstrucción se realizará en el mismo lugar del homicidio y en horas de la tarde. El hecho se produjo a las 20.30 horas. Participarán los dos acusados, los policías Fernando Safenreider (sindicado como autor de los disparos) y Norberto García, que recuperó la libertad luego de que se comprobara que no disparó su arma reglamentaria esa noche. Además, en la reconstrucción se utilizará la patrulla policial que intervino y la camioneta de los cazadores piquenses.
Dos días antes de la reconstrucción, arribará a Santa Rosa el personal de Gendarmería. Según trascendió, vienen el jefe del equipo de Criminalística, un médico forense, un profesional a cargo del área de pericias complejas, y un perito balístico. También llegará a la ciudad persoanl idóneo en planimetría, filmación y fotografía.
Martini había pedido la intervención de Criminalística para correr a la Policía provincial de las pericias, al tener en cuenta que dos miembros de su fuerza son los acusados en la investigación. El caso de gatillo fácil, además, generó varios pedidos de renuncia y una interpelación en la legislatura provincial del ministro de Seguridad, Juan Carlos Tierno, a partir de que trascendió un audio en el cual él mismo se jactaba de que, en la anterior gestión en la cartera, había ordenado a los policías realizar un tiro al aire de advertencia y el segundo “a la cabina” de los cazadores que se dieran a la fuga ante los operativos.
Los dos acusados declararon dos semanas después del homicidio y dijeron en la indagatoria que no hubo una emboscada sino que se trató de “un enfrentamiento” en el que “recibieron varios disparos” que partieron de la camioneta en la que se movilizaban los cuatro cazadores. Según esa versión, los cazadores también habrían utilizado el reflector para encandilar a los policías.
Los dos policías se habían mantenido en silencio poco después del hecho, cuando estuvieron por primera vez frente a la fiscala. Están acusados de homicidio doblemente agravado -por ser policías y por usar un arma de fuego- como responsables del crimen ocurrido a las 20:30 horas del 24 de julio, en el cruce de dos caminos vecinales, entre Lonquimay y La Gloria. La víctima recibió un disparo en la cabeza en la torreta de la camioneta de los cazadores.
Safenreider es el más comprometido. Su pistola 9 milímetros es la única que disparó esa noche. Además, solo a él le encontraron restos de pólvora en las manos. En el lugar se secuestraron nueve vainas servidas de la pistola. La camioneta de los cazadores recibió tres impactos, además del disparo mortal que alcanzó a la víctima. La defensa de García, una vez que declaró en la ampliación de la indagatoria, consiguió su excarcelación.
La investigación recogió el testimonio de los tres cazadores que circulaban en la camioneta junto a la víctima, quienes declararon que los policías los emboscaron con las luces apagadas, tiraron clavos miguelito en la calle y los acribillaron a la pasada, sin siquiera haberles dado una orden de frenar el paso.
Junto a Garialdi iban el conductor, Andrés Casabonne (quien fue herido de un disparo en el glúteo), Mario Arroyo (dueño de la camioneta) y el joven Juan José Costilla (de 18 años). Garialdi iba en la torreta, donde habitualmente se ubica el tirador, junto al que manejaba el reflector. Los cazadores se movilizaban a bordo de una Ford F-100 de color gris, patente AWC 070, y con vidrios polarizados.