“Celebramos y agradecemos la decisión que dará forma al proyecto turístico en cual estamos trabajando”, dijo en diálogo con El Diario el intendente Roberto Gómez.
Luego de que este diario expusiera públicamente el caso, el conflicto por el uso público de la laguna de Uriburu llegó a buen puerto: “esta mañana (por hoy) pudimos hablar con el señor Vassia y nos comunicó que la familia Battaglia había decidido una donación del lugar a la Municipalidad. Así que celebramos y agradecemos esta decisión que le dará forma al anelado proyecto turístico en el cual estamos trabajando”, dijo el intendente local Roberto Gómez.
En la gestión también intervino la Secretaría de Asuntos Municipales. «Vassia me explicó que su decisión de alambrar el lugar era para evitar que la gente tuviera un accidente y él terminara pagando las consecuencias…yo le dije que nadie puede evitar que la gente vaya a ese lugar los fines de semana porque es lo único que tenemos acá. Así que ahora mismo vamos a tramitar un seguro para que la gente pueda usar con tranquilidad ese lugar y cuando antes vamos a poner en marcha el proyecto que tenemos pensados que no tenemos dudas no solo va a beneficiar a Uriburu sino a los habitantes de varios pueblos vecinos», se esperanzó el jefe comunal.
La laguna en cuestión, denominada actualmente «Laguna Ojo de Agua» fue declarada de interés público con la intención de habilitarla como destino de un interesante proyecto recreativo y cultural diagramado por la comuna local y en el cual también colabora el Gobierno Provincial.
Dominio público
En los últimos días -cuando se conoció el avance de la iniciativa oficial- surgió un conflicto con uso público del lugar. Ahí fue cuando intervino Guillermo Vassia, yerno del reconocido empresario de Quemú Quemú ya fallecido Mariano Battaglia e hijo del contador santarroseño Roberto Vassia, extitular del Instituto Provincial Autárquico de la Vivienda.
Fuentes del Gobierno Provincial admitieron que “en el marco de las tratativas mencionadas, existen diferencias entre los intereses de los particulares dueños de las tierras donde se ubica el cuerpo de agua y el municipio local, que intenta aprovechar las aguas que son de dominio público”.
“Tal es así que uno de los dueños está comenzando a alambrar parte del contorno de la laguna para evitar el acceso a través de un camino que debe disponerse, justamente, por tratarse de aguas públicas”, confirmó la misma fuente gubernamental.
El mismo funcionario que habló con este diario recordó que “la legislación vigente define a todos aquellos lagos o lagunas permanentes y navegables como de dominio público, los cuales deben contar con un acceso disponible y un ‘camino de sirga’, el cual es el espacio público que se encuentra a la vera de los cursos de agua destinado a actividades sociales, determinado por una franja de terreno de 15 metros más allá del límite del agua en todo su perímetro”.
Las aguas de la laguna de Uriburu son de una calidad aceptable para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas, contando además con un entorno ideal para las mismas. Los análisis de rigor se realizaron hace poco más de un mes.
“Se está trabajando en la definición de la línea de ribera, lo que va a definir concretamente el inicio y final del espacio público y privado en relación al cuerpo de agua y, sobre todo, los accesos que se deben considerar y dejar habilitados. En este sentido, cualquier intervención como la de alambrar parte del contorno de un cuerpo de agua de carácter público que no permita el acceso al mismo es un acto que no está permitido”, destacó en relación a la actitud que habría tomado Vassia, yerno y heredero de Mariano Battaglia.
Tal como muestran las imágenes que acompañan esta nota, hay al menos dos puntos donde el alambrado realizado por el yerno de Battaglia en principio no respetaría los 15 metros más allá del límite del agua en todo su perímetro: por donde pasa el camino vecinal y en el límite con el otro campo aledaño.
Interesante proyecto
turístico y cultural
La Municipalidad de Uriburu tiene en mente desde hace tiempo un interesante proyecto recreativo y cultural, un atractivo no solo para sus pobladores sino también para varias localidades a la redonda.
De hecho consiguió que el lugar fuera declarado de interés público municipal y además cuenta con el apoyo del Gobierno Provincial.
La laguna en cuestión, apta para uso deportivo y recreativo (actualmente, el lugar no tiene ningún uso, ni siquiera para que los animales puedan beber agua porque contiene un componente de sal), se puede ver claramente desde la ruta 5.
“Ese ojo de agua no solo es usado, así como está, todos los veranos por la gente de acá, sino que además se hizo uso históricamente sin que tuviéramos problemas con ninguno de los dueños que tuvo (ni siquiera con Mariano Battaglia)… mi abuela me cuenta que desde su época de juventud la gente la usa para bañarse o para comer un asadito”, contó un vecino que se acercó cuando un equipo periodístico de este diario recorrió el lugar.
Las autoridades municipales recolectaron información valiosa que se remonta incluso a años anteriores a la denominada Conquista del Desierto. Por ejemplo, determinaron que en el año 1876 (la conquista fue en el ‘79) la laguna ya constaba en los registros del Ejército y figuraba como de uso de los pueblos originarios por una rastrillada indígena que ocupaba esa zona.
En esos registros históricos también fue señalada como un paso clave con destino al río Colorado, hacia el conocido “Camino de los Chilenes”, que en ese entonces pasaba por Salinas Grandes.
En un primer momento, la laguna se conoció con el nombre de “Laguna de la Gaviota”. Luego, cuando salieron a la luz otras características que tiene, recibió la denominación de “Laguna Ojo de Agua”. En los mapas del Ejército del año 1886 ya se la conocía con ese apelativo por el surgente con el que cuenta.
En el año 1882, el entonces agrimensor Joaquín Maqueda, en la agrimensura que hace de la zona, describe a la laguna como “lugar de paso” y “bebible para los animales”. En la actualidad la salinidad que posee hace que no sea apta para ese objetivo.
En aquel tiempo la laguna tenía 1.400 metros de largo. En la actualidad tiene más de 3.000 metros de largo por unos 500 de ancho. Son en total unas 140 hectáreas bajo agua. La zona alambrada por el yerno de Battaglia -que no tiene agua pero que dificulta el acceso del público- era menos de media manzana.
Esos mismos registros históricos demuestran que el cacique Pincén paso allí su primera noche de detención. Y que además fue escenario de un hecho llamativo: el mismo aborigen habría escondido en ese lugar una numerosa tropilla de caballos de color blanco que le había arrebatado al general Conrado Villegas, fundador de la ciudad de Trenque Lauquen. En el lugar también se encontraron morteros y piedras que demuestran que fue utilizado por pobladores originarios.