La fiscal Leticia Pordomingo pidió dos años y medio de prisión al exfutbolista Franco Gómez por las lesiones que provocó y las amenazas con un arma contra su novia Karin Pistarini. La defensa de Gómez pidió la absolución.

“Lo que quiero es que vaya preso. Porque hablan de lesiones, pero a mí me quiso matar”, dijo Karin Pistarini, al comentar el pedido de la pena. Confía que con las pruebas de la causa (el arma, la pericia médica, entre otras) el juez Gastón Boulenaz imponga una pena más dura, lo que inusualmente ocurre.

Karin dijo que “no asistí a la audiencia, a los alegatos para evitar estar en el lugar. Pero desde la Oficina de Atención a la Víctima me informaron del pedido de la fiscal”. Reiteró que “lo que más me amarga es que se hable de lesiones leves y una amenaza. Yo sentó que me mataba, me pinchó con la cuchilla y no sé porque no lo hizo”.

La defensora de Franco Gómez, Vanesa Ranocchia pidió la abslución porque consideró que no estaba acreditado el hecho, ni tampoco la relación en cuanto a la calificación del delito.
Después de escuchar los alegatos, el exfutbolista puso en las redes sociales “gracias Dios”. La lectura de sentencia se hará el día martes 16 a las 12.30 horas.

El caso

El caso fue denunciado por la víctima en las páginas de este diario. Karin, de 21 años, oriunda de Uriburu, contó la historia que le tocó vivir y realizó una fuerte queja por la burocracia judicial, esa que al azar eligió el 5 de agosto para el inicio del juicio oral, el mismo día de su cumpleaños. Gómez es oriundo de Lonquimay y exfutbolista en su pueblo, y de Unión y Amistad de Santa Rosa.

El hecho ocurrió el 5 de octubre de 2014. Karin Pistarini llevaba una relación de cuatro años con Franco Gómez, cuando un domingo a la salida de un boliche sufrió una feroz golpiza, según denunció, en el departamento de él.

El caso tiene como carátula “lesiones leves calificadas por la relación de pareja (preexistente) y amenazas agravadas por el uso de armas”. Fue un hecho extremadamente violento que casi le cuesta la vida y una odisea poder llegar al juicio, según contó la propia víctima.

La mujer, después de tratamiento sicológico y conocer el proceso de la violencia de género, rompió el silencio ante El Diario. “Pude llegar a juicio. Me ofrecieron una conciliación; después, 300 pesos y una restricción en un juicio abreviado y después, 500 pesos. Me decían que lo iban a absolver”, indicó.

“En mi caso nunca hubo violencia física antes de este hecho. Y yo no notaba que había violencia síquica. Pero es un proceso, estás en un círculo, en una relación así no te das cuenta. Con tratamiento sicológico y asistencia, te vas dando cuenta de que es una relación enfermiza, de celos”, explicó.

En su defensa, a través de Facebook, Gómez acusó a su expareja de un incidente, y dijo: “Tampoco puedo hacerme cargo de la sarta de mentiras que se dice”. Luego de modificar la configuración de privacidad y restringir el acceso al público de la red social, el acusado explicó que dio una respuesta para los amigos y sus familiares.

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