El juego basado en la serie animada japonesa Pókemon, que es furor a nivel mundial desde hace más de un mes, desembarcó en nuestro país el miércoles por la tarde y ya se puede ver a cientos de jóvenes recorriendo las calles de las grandes ciudades en busca de los ansiados pokemones.
La aceptación fue tal que la aplicación se transformó rápidamente en la más descargada a través de celulares.
En Santa Rosa grupos de adolescentes y jóvenes, con sus celulares en mano, comenzaron a jugarlo y se los pudo observar buscando las zonas donde se encuentran estos “animalitos” para atraparlos con sus “pokebolas”.
El Parque Oliver, el edificio de la policia federal, la plaza San Martín y la Laguna Don Tomas fueron algunos de los puntos de la ciudad en donde la aplicación marcó su presencia.
Sucede que precisamente la plaza principal de la ciudad es el lugar de ubicación de dos de los llamados “gimnasios” donde se entrenan los personajes del juego de Nantic, la modesta empresa emergente con sede en San Francisco que el año pasado se independizó de Google y que aparece como la orgullosa creadora de Pokémon Go.
En Buenos Aires el fenómeno se vivió con fuerte intensidad como puede verse en el video que ilustra esta nota. La masividad fue tal que el gobierno relizó advertencias de seguridad.
La elección de los lugares donde aparecen con más frecuencia los pokemones no es casual y ha despertado controversia en distintos países. Por ejemplo La propietaria de la accidentada central nuclear Fukushima le solicitó al operador de Pokémon GO que cambie los ajustes del juego para evitar que los niños y adolescentes que participan del juego aparezcan en centrales nucleares.
Las redacciones de los díarios han sido también lugares con mayor frecuencia de aparición de pokemones o paradas sorpresa. Asi lo destacó ayer La Nación y La Capital de Rosario que informó sobre la “invasión” en sus oficinas.
En la redacción de La Arena también pudo observarse la preferencia de “los monstruitos” por copar sus instalaciones como lo muestran las siguiente imágenes: