Del total de los 330 trabajadores, 190 fueron obligados a tomarse vacaciones pendientes desde el 2015 y luego serán suspendidos por siete días más. Ciento cuarenta trabajadores fueron directamente suspendidos por 14 días.

La medida que había sido anunciada semanas atrás comenzó a efectivizarse el fin de semana, cuando las máquinas se detuvieron. Solo quedarán en la planta solo 10 empleados que hacen el mantenimiento y la limpieza de las instalaciones.

La merma en las actividades se suma a una crisis que comenzó a percibirse el 11 de julio pasado cuando fueron interrumpidos los contratos de 71 trabajadores del sector de producto terminado.

Del total de los 330 trabajadores, 190 fueron obligados a tomarse una semana de vacaciones que tenían pendiente desde el año pasado y luego serán suspendidos por siete días más. Los que no tenían la licencia pendiente, 140 directamente fueron suspendidos por 14 días.

Nerio Medina recordó que la empresa justificó la decisión en la caída de las ventas y la retracción del mercado. “Nos dicen que no quieren acumular stock. Están especulando a ver si esto se reactiva. El problema que tenemos es la importación indiscriminada que se está realizando. Están importando indiscriminadamente y no se puede competir contra eso”, manifestó y criticó al gobierno nacional por abrir la importación de productos textiles y calzados.

Según Medina, la empresa adelantó que desde el 1 de agosto, las y los trabajadores vuelven a sus puestos de trabajo.

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