Luego de varios cambios en las normativas y tarifas de gas en Argentina, este mes han llegado a las estaciones de servicio las facturas de gas de los meses de abril y mayo. «Los aumentos, siempre estimados por la falta de información, fueron muy importantes. El impacto del incremento de todos los costos directos (energía, mano de obra, impuestos proporcionales, reparaciones y mantenimiento) es un condicionante que impacta en la sostenibilidad del expendio de GNC», dijo el dirigente.
En La Pampa el costo del gas ha aumentado cerca de un 420 %. «Los costos del gas boca de pozo, el transporte, la distribución y los impuestos hoy representan casi la mitad del precio final del GNC», dijo.
A su vez, con los últimos aumentos, la mano de obra representa a niveles promedio como mínimo un 20 % del precio y con el restante 30 % hay que afrontar los costos de la energía eléctrica (con aumentos mínimos del 100 %), los gastos de mantenimiento y reparaciones (que han aumentado a precio dólar y siguen aumentando a ritmo inflacionario), los impuestos de la actividad (son muy importantes, más aún en un negocio que factura el 100 % de sus ventas), las previsiones para altercados, los gastos de infraestructura y las amortizaciones. «Los incrementos en la estructura de costos son desmesurados», insistió.
«Las facturas de gas han impactado fuerte en la economía de las empresas pampeanas; los aumentos y montos implican erogaciones difíciles de afrontar. Todas las estaciones que expenden GNC presentaremos a Camuzzi una carta de pago bajo protesto de las facturas, pues entendemos que brindamos un servicio público y los aumentos desproporcionales repercuten negativamente en los usuarios de GNC, especialmente trabajadores del transporte y en personas de bajos recursos», sostuvo.
La semana entrante tendrán una reunión con autoridades del Enargas.«Vamos a plantear el estado de situación del GNC y las implicancias de los aumentos desmesurados en los costos del gas. Pediremos soluciones que estabilicen la situación y permitan seguir siendo sostenibles», expresó.
«El problema ya no es la rentabilidad por sí sola, tenemos problemas de sostenibilidad del negocio; hay PyMES que se encuentran condicionadas. Trasladar los costos al precio no es una salida viable, pues condicionaría más aún la baja del consumo y por lo tanto acrecentaría los problemas económicos. Nos encontramos en una encrucijada, donde el Estado Nacional debe dar soluciones concretas; el impacto de las distorsiones de los precios y los costos no fue pensado de antemano, y esto repercute de manera negativa en el consumo, y obviamente en la estructura y viabilidad de los negocios», finalizó.