Ahora, Bargero y Rojo se reunieron con el intendente Altolaguirre y el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Mario Cortina, y definieron la división de tareas que encarará cada gobierno.
En este marco, la Provincia se encargará de la instalación de medidores que permitirán la micromedición del agua en los sectores que la municipalidad considere más necesarios. Esto permitirá dos cosas: corregir las pérdidas que presenta el sistema diariamente e implementar el cobro del consumo real que hace cada vecino.
Otro de los puntos a los que se abocará la Provincia será la reparación de las bocas de registro de la red cloacal. En la actualidad, debido al alto grado de deterioro que presentan, ingresa agua a la red y se genera una suciedad mayor a la habitual. «Eso hay que corregirlo con obras, también tareas que abordaremos nosotros», se comprometió Rojo.
La tercera tarea será bajar el nivel de la laguna Don Tomás. «La lguna está al borde de no soportar un aporte mayor de lluvias, desagües pluviales o cloacas», explicó el titular del APA. Eso supondrá la realización de una obra de trasvase complementaria hacia el Bajo Giuliani. En forma simultánea se harán trabajos para hacer descender la napa freática y corregir los pluviales.
El municipio, por su parte, se encargará de la renovación de las estaciones de bombeo que están funcionando en la actualidad en la planta de tratamiento de líquidos cloacales, y la construcción de un nuevo cuenco en el norte de la ciudad -y las obras complementarias- para aliviar las inundaciones en los barrios Las Artes, Malvinas Argentinas y Villa Germinal.
«Tarea nos queda muchísimo, pero esto sería un paliativo para un tema que es muy serio y del que la ciudadanía espera una respuesta concreta», cerró Rojo.