sí lo expresó la Corriente Clasista y Combativa (CCC), a través de un comunicado en el que denunció la actual postura tomada por el gobernador de La Pampa en relación a la política de los ríos.
El documento alerta sobre el “peligro” de una nueva tapa política, “tanto nacional como provincia”, en la que “se reactivan proyectos que habían sido detenidos por las luchas populares por considerarse amenazas ambientales o no cumplir con los requisitos legales”.
La CCC se refirió a la intención de Mendoza de construir “Portezuelo del Viento”, la represa sobre el principal afluente del río Cologardo, el río Grande y el trasvase al Atuel; y la reactivación del proyecto minero “Potasio Río Colorado”, de la empresa de capital brasilero Vale, y que consideró “riesgoso para el medio ambiente y que puede terminar con la vida del río Colorado”.
Plan B transcribe el resto del comunicado:
“No es casualidad que en muy poco tiempo se sepa que ambas iniciaran su construcción, una depende de la otra, la minera necesita un gran consumo de energía eléctrica”, informaron.
La aprobación para desarrollar el proyecto hidroeléctrico esta abalado por el gobierno de Macri, su financiamiento fue aprobado en el presupuesto de Cristina Fernández el año pasado (dinero aportado por el imperio chino) y el guiño del gobernador Carlos Verna, quién se conforma solamente con que el desarrollo y regulación este en manos del COIRCO.
Este no es un dato menor, porque de esta forma, renunciamos a una de las cartas mas importantes que teníamos para recuperar el rió Atuel, La Pampa ataba la aprobación de la construcción de la represa a que Mendoza devolviera el caudal del Atuel perteneciente a nuestra provincia que fuera robado desde hace varias décadas.
Ante esta nueva posición de Verna quedamos solo sujetos a la decisión que tomará la justicia en el juicio que inició el ex gobernador Jorge ante la presión popular.
Quizás ya no nos asombra esa manera que tiene el gobernador de La Pampa de actuar en políticas hídricas, en el 2004 supo negociar con el entonces gobernador mendocino, Julio Cobos (quien en ese momento era muy amigo del entonces presidente Nestor Kirchner), Verna rápido de reflejos en esta nueva etapa política, se subió al caballo de los ríos para no quedar atrás de las exigencias del pueblo.
Es necesario hacer respetar el acuerdo del río Colorado firmado por los representantes del Comité de Cuenca, que estipula la construcción en forma simultanea el trasvase del río Negro al río Colorado aguas arriba para reemplazar los mts3 utilizados en Mendoza.
Cita el Artículo 29 – “Al solo fin de la asignación de áreas y distribución de caudales a la cuenca media del Río Colorado, se adopta la alternativa individualizada en el Programa Único como “Exportación de 24 metros cúbicos por segundo y con una concentración salina en la entrada de la cuenca inferior del Río Colorado de 1,8 mínimos por centímetro y una calidad adecuada para la mayoría de los cultivos que se realizan en la baja cuenca a la fecha de la presente acta.
La cifra. mencionada en último término (1,8 mínimos por centímetro) se mantendrá hasta tanto se concrete el trasvase parcial del Río Negro al Colorado, pudiendo en aquel momento establecerse nuevos parámetros teniendo en cuenta los niveles de toxicidad de los iones que componen las sales”.
El abusivo uso del cauce del río Grande, ahora principal afluente del Colorado, al disminuir, dejará por un largo tiempo, convertir al Barrancas (el otro río que crea el Colorado) en el principal afluente y así producirá un agua de muy baja calidad para consumo humano. Esto debido a la mala calidad de las aguas del Barrancas.
Para los pampeanos esto sería trágico ya que el agua potable de la provincia se extrae de este afluente; por eso que exigimos que el trasvase del río Negro al Colorado se haga en forma simultanea con Portezuelo.
Necesariamente deberá realizarse aguas arriba para poder aprovechar las obras hídricas con las que ya contamos como son el dique Casa de Piedra o el dique Salto Andersen, por ejemplo.
El egoísmo demostrado por los gobiernos de Mendoza, la resignación de elementos de lucha del gobierno pampeano, la instalación de megaobras sobre la cuenca hídrica, el trasvase del río grande al Atuel en la provincia cuyana, la actividad minera de Potasio Río Colorado y su salinización feroz en las márgenes y por consiguiente en el río, sumado a la actividad petrolera principal contaminante en estos días que corren, solo traen aparejado la muerte del río y la desertificación de la tierra que será la responsable del hambre, el abandono, la desigualdad y la perdida de los derechos fundamentales del ser humano.
Con este panorama, entendemos, que la disminución del caudal del Colorado es casi un hecho, la pampa no solo perdería un gran número de hectáreas de riego sino el principal recurso de extracción de agua para consumo humano.
Hoy el río Colorado recuperó parte de su caudal pero se encuentra en su bajante mínima (22 metros cúbicos por segundo) y sigue el déficit hídrico
El estado gubernamental deja a los pampeanos a la merced de los intereses y la voluntad del gobierno mendocino una vez más. Y volvemos a hacernos las mismas preguntas: ¿Cómo confiar en un estado provincial que ya se robó un río? ¿Cómo creerle a Mendoza si se niega a cumplir tratados firmados para dejar correr nuestro Atuel de nuevo por La Pampa?.
Resulta difícil no abrir los sentidos cuando el actor principal sigue siendo el mismo y ahora con el apoyo del gobierno nacional.
Creemos necesario que no se renuncie a la herramienta de presión para que se nos devuelvan el cauce del Atuel.
El COIRCO deberá realizar un estudio actualizado de la situación de la cuenca y el impacto ambiental que producirían estas obras, tendrá que ser el ente regulador, juez y arbitro en el aprovechamiento de la cuenca y no someterse a los manejos del poder político. Garantizar los artículos firmados en el acuerdo interprovincial del Tratado del Río Colorado”, concluye el documento de la CCC.