La inflación de abril se ubicó entre un 6 y 8%, lo que representa la suba más alta en 13 años, cuando en junio de 2002 marcó 8,2%, de acuerdo a algunas consultoras.
Marina Dal Poggeto, directora del Estudio Bein y Asociados, indicó que en el mes de abril les dio un 7,2 por ciento de inflación, de los cuales cinco puntos son tarifas y alimentos. En tanto, evaluó que «si no hay nuevos aumentos tarifarios la inflación del segundo semestre tendría que ser sensiblemente menor».

«Pero tenés por un lado al ministro de Energía (Juan José Aranguren) anunciando aumentos, y al de Hacienda (Alfonso Prat Gay) diciendo que no, y por otro lado depende de la política cambiaria del BCRA», aclaró al ser consultada por el diario ámbito.com.

En ese sentido, consideró que «por momentos creo que no hay coordinación en el equipo económico, y por otros discuten las cosas y van cambiando, no hacen siempre lo mismo, se adaptan según el momento». «La necesidad de corregir era evidente», aseguró sobre la suba de tarifas y el valor del dólar.

«Con un tipo de cambio tranquilo y sin aumentos de tarifas, la inflación se va a moderar. Pero a niveles interanuales se va a mantener alta hasta octubre. Para diciembre-diciembre proyectamos 36% de inflación, a lo mejor está corto», vaticinó.

Fausto Spotorno, de la Consultora de O.F. & Asociados, también estimó un índice alto. «Todavía no cerramos abril pero dio alto, entre 7 y 8 por ciento», expresó. Sin embargo, explicó que la suba de tarifas les dio 6 por ciento, si la inflación da entre 7 y 8 por ciento con esta suba de tarifas diría que es bueno, porque quiere decir que la inflación subyacente no llega a 2 por ciento», amplió.

En tanto, la consultora Elypsis, de Eduardo Levy Yeyati y Luciano Cohan, difundió que en abril se aceleraron los precios con respecto al mes pasado acumulando una suba de 6,9 por ciento.

Para Rodrigo Álvarez, socio y director de Analytica, por su parte, la inflación de abril está por encima del 6 por ciento. «Desde el inicio del año hay una pérdida de poder adquisitivo muy importante para las familias y una caída en la confianza del consumidor», consideró.

Indicó, además, que «para mayo va a ser baja», pero lo adjudicó a que el Gobierno sabiendo que en mayo tendrá el nuevo índice de precios buscó «concentrar los aumentos en abril», con una lógica más comunicacional que una estrategia de moderación económica. «La lógica subyacente es pagar todos los costos de entrada. Con esta concentración necesariamente los datos de mayo van a ser más bajos», explicó.

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