Almada, de 50 años, concurrió tres veces en mayo pasado a un taller metalúrgico ubicado en el parque industrial de Santa Rosa donde compró cubiertas por un monto de 4 millones de pesos. A cambio entregó cheques adulterados, provocándole un perjuicio económico al vendedor.

Ahora, en un juicio abreviado, fue condenado como autor de estafa y uso de documento privado falso y además tuvo que pagarle 500.000 pesos al damnificado como resarcimiento por el arreglo de un camión que le había costado 390.000.

Los 16 neumáticos que había adquirido fueron recuperados en distintos allanamientos y devueltos al dueño de la metalúrgica.

La reparación del camión Mercedes Benz fue abonada por Almada con un cheque de una empresa de transportes el 3 de mayo. En ese mismo momento preguntó por las cubiertas para el vehículo y a los dos días regresó –junto a otro hombre– en una camioneta Toyota Hilux y compró seis por 1.520.000 pesos, que pagó con dos cheques: uno de 840.000 a nombre de una agropecuaria y el otro por 680.000 de una cerealera.

Luego el imputado le pidió a la víctima, por WhatsApp, otras cuatro cubiertas y las retiró el día 11, pagando con un cheque de un tambo por un valor de 990.000 pesos.

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