A poco de cumplirse un año de la lectura de los fundamentos de la sentencia del tercer juicio de la Subzona 14 III, este martes se realizó un acto público para conmemorar que la Universidad Nacional de La Pampa, luego de haber sido víctima de la represión, y haberse constituido como querellante, fue el lugar donde se juzgó a los genocidas.

Se descubrió una placa con la presencia de dos querellantes, Raquel Barabaschi y Pinky Pumilla. También estuvo presente la fiscala del último juicio, Iara Silvestre.Y las autoridades de la UNLPam.

La abogada Ivana Barneix, desde el Programa Académico Institucional de Derechos Humanos de la Unlpam, evocó que en el marco de la última dictadura cívico militar (1976-1983), e incluso desde el año 1975, operó un plan sistemático de persecución ideológica, secuestros, desapariciones forzadas de personas, que incluyó la eliminación de todas las garantías constitucionales que protegen las libertades individuales y colectivas.

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