ras acumular un aumento de 5% en enero hasta la semana pasada, en las últimas jornadas se produjo un verdadero cimbronazo con subas entre 17% y 18% al cierre de ayer respecto de los valores pagados la semana anterior. El impacto de estos aumentos, impulsados por una menor oferta en el Mercado de Cañuelas (ex Liniers), puede resultar letal para el plan de reducción gradual de la inflación.
Es sabido, la categoría alimentos y bebidas es la que más peso tiene en la construcción del índice de inflación (24%) y, dentro de ella, el precio de la carne es el que mayor incidencia tiene. Por eso, su impacto directo en la evolución promedio de los precios de la economía es preponderante. Según se desprende de la información del INDEC, cada 10% que sube el precio de la carne, el impacto en la inflación es de 0,7% en el GBA o de 1,3% en el norte del país. En promedio, cada 10 puntos porcentuales de aumento en los valores de la carnicería, la inflación acusa 1 punto de suba. “El traspaso a precios no será tan lineal porque se hace un promedio del mes pero con un aumento mayor a 20%, ya el IPC del Gran Buenos Aires tiene un aporte de 1,4%”, sostuvo el economista Amílcar Collante.