Luego de sentir un «olor nauseabundo» durante casi una semana de una vivienda, volvieron a llamar a la policía por el caso de una mujer «abandonada» y con «problemas psiquiátricos» que ya había sido motivo de búsqueda hacía pocos días atrás.
Cuando una patrulla de la Seccional Segunda llegó al lugar se encontró con el peor escenario, caótico y macabro: Ana Inés de Marotte, de 67 años de edad, estaba muerta y parte de su cuerpo -el rostro y los brazos- comidos por los cinco animales con los que convivía, entre ellos un perro Pitbull.
Marotte ya había sido buscada por la policía, luego de que desapareciera del barrio durante la segunda semana de diciembre. Luego de una publicación realizada por este diario, fue encontrada en el Sanatorio Santa Rosa: ese mismo día, se dio el alta ella misma y se fue del lugar.
«Después de que ustedes dieran a conocer la situación que estamos pasando, la Justicia por fin tomó intervención… le pagó el pasaje a la hija, que estaba en el sur, para que viniera y se empiece a normalizar la situación», contó una vecina que se comunicó con este diario.
«Hasta ahora no se podía entrar a la casa porque estaba todo judicializado… incluso ni siquiera habían sacado a los animales que estaban generando una situación insoportable. Ahora, con la llegada de la hija, todo parece cambiar», añadió.