En esta última categoría, fueron identificadas tres provincias afectadas, de acuerdo con el último informe de la Mesa Nacional de Monitoreo: Buenos Aires (44 partidos), Santa Fe (4) y Entre Ríos (5).
En La Pampa, el Gobierno provincial declaró en emergencia por sequía aproximadamente 2.600.000 hectáreas, según precisaron desde el Ministerio de la Producción. Pero, aclararon que «otras 2.400.000 hectáreas, aproximadamente, se van a declarar en emergencia», ya que el expediente está en trámite.
La sequía afecta a los departamentos del oeste como Chical Có, Puelén, Chalileo y parte de Limay Mahuida. También el departamento Loventuél, parte del departamento Toay, Conhello, Trenel, Rancul y Realicó.
El contexto que atraviesa el campo argentino por los efectos de la sequía y las heladas tardías provocará millonarias pérdidas productivas y un efecto negativo en la marcha de la economía nacional. A la sequía se sumaron, en la última semana, una serie de heladas tardías en varias zonas del país. Las consecuencias: menor producción e ingresos por exportaciones y preocupación por el precio de los alimentos.
Respecto de las precipitaciones, en septiembre y octubre pasado «se acentuó la falta de lluvias en el centro-este del país agravando los impactos de la sequía, especialmente en la Zona Núcleo».
La denominada Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías está integrada por especialistas de la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Los informes reflejan los niveles de alerta fijados de acuerdo con la combinación para cada región del país de diferentes indicadores y umbrales preestablecidos, todo esto en el marco de un «Protocolo Interinstitucional de Gestión de Información frente a la amenaza de Sequías Meteorológicas y Agrícolas en el territorio argentino».