Aldo Acosta, un excombatiente de Malvinas, regresaba del conflicto tras ser prisionero de guerra a dedo hacia su Corral de Bustos natal, en Córdoba. Al pasar por Realicó, una familia le pagó una comida en un local gastronómico del cruce de las rutas nacionales 35 y 188. Acosta no preguntó el apellido de la familia y ahora, después de 40 años, desea contactarlos.
Acosta estuvo de paso por Realicó, acompañado por otro veterano de Malvinas, Raúl Gismondi, con la intención de ubicar a la familia que allá por el año 82, lo recogió en la ruta haciendo dedo, lo llevó hasta el cruce y le pagó una comida en un restaurante,
De esa pareja, el excombatiente solo recuerda que se movilizaban en un Renault R12 Break y que al dejarlo en el restaurant le dijeron al propietario del local que le dieran lo que quisiera comer, que ellos se harían cargo de la cuenta. «Es un soldado que vuelve a su casa tras pelear en Malvinas», le habrían explicado al dueño del local.