Cuando el Indec informó, a mediados de este mes, la inflación de abril (6%), el Gobierno destacó la caída respecto de marzo y auguró una mayor desaceleración para mayo. Distintos funcionarios manifestaron su expectativa de que los precios suban 4% en el quinto mes del año, pero sus deseos y proyecciones no se hicieron realidad. La inflación de mayo superó ampliamente ese pronóstico y se ubicó cerca del 5%, según confirmaron fuentes oficiales. Para los privados, el dato superó incluso ese número y se ubicó entre 5% y 5,5 por ciento.
Si bien el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania se sintió especialmente en marzo y abril, la inercia que ya adoptó el proceso inflacionario sumado al ajuste de algunos precios relativos hicieron que el número vuelva a ser alto. De esta manera, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año trepó casi al 30% y 60% en los últimos doce meses. Hacia adelante, los pronósticos son cada vez menos alentadores; ninguno baja del 70% y ya hay analistas que hablan de una cifra de tres dígitos.