Un grupo de efectivos del Servicio Penitenciario Federal que trasladaban a varios detenidos protagonizó ayer al mediodía un particular incidente, que generó molestia en vecinos y un cruce poco cordial con un fotógrafo de El Diario, cuando pararon en una despensa a comprar víveres.
El hecho ocurrió pasado el mediodía de ayer en la calle 10 entre 5 y 7. Allí, frente a una despensa, estacionó un micro de traslado de presos del Servicio Penitenciario Federal junto a otros dos móviles de apoyo.
El simple movimiento de las unidades desconocidas para el medio llamó la atención de vecinos, que se preocuparon más cuando observaron descender del colectivo con armas largas a varios uniformados que rodearon la unidad de traslado.