Sectores antivacuna, la violencia de ultraderecha, la agrupación «Médicos por la verdad» y dirigentes filonazis coinciden en una alianza que tiene puntos insólitos pero que se expresa en ataques «contra el sistema». Ese fenómeno, que es internacional y desembarcó con potencia en algunos lugares de la Argentina, pasó a ser motivo de análisis en La Pampa a partir de los últimos hechos, que preocupan al gobierno provincial.
En menos de diez días, se sucedieron episodios que alteraron la tranquilidad del gobierno pampeano: agitando las consignas de esos «Médicos por la verdad», un cazador irrumpió en una conferencia de prensa que daba el gobernador Sergio Ziliotto. A la semana siguiente, la minoritaria manifestación anticuarentena derivó en la residencia del gobernador, donde un grupo aun más reducido golpeó puertas y colocó carteles. El lunes apareció la amenaza de bomba en Casa de Gobierno.
En el mundo, los antivacunas se ligan con los sectores más conservadores y extremos. En Argentina convergen con el partido filonazi de Alejandro Biondini y sostienen teorías conspiranoicas, que desvían el eje del debate.