A pedido de legisladores oficialistas. Las que ganen más de 5 millones pagarán por encima de 25% y sólo las rentas mayores a 20 escalarán a 35%.
El ministro Martín Guzmán acepó modificar su reforma del impuesto a las Ganancias a empresas tras una fuerte presión de las pymes y de las autoridades legislativas del Frente de Todos, que lo visitaron en la Casa Rosada y lo obligaron a retroceder.
Enterado del proyecto de Sergio Massa para eximir de Ganancias a trabajadores y jubilados con ingresos de hasta 150 mil pesos, Guzmán envió uno propio para modificar las alícuotas que pagan las empresas y según organizaciones que las agrupan golpeaba a las más pequeñas justo después de uno de sus peores años.
En Cambiemos anticipaban que no acompañarían y así ni siquiera estaba garantizada una mayoría en Diputados. Según ese proyecto, ahora desechado, sólo pagarían el 25% de Ganancias que correspondía a este año según la reforma de 2017 las empresas que ganaran menos de 1.3 millones anuales, mientras que el resto aportaría además un 5% sobre el excedente y otro 5% si pasaban los 2.6 de ingresos netos.
Con estos números, una empresa con rentas de 108 mil pesos mensuales hubiera tenido un aumento de impuestos respecto a su panorama de enero, incluso en rubros paralizados en 2020 por la pandemia. Con esta idea, Guzmán aspiraba a recaudar 120 mil millones de pesos, casi tres veces más que el costo estimado de la reforma de Ganancias para empleados.