Es parte de una movida nacional en la que se reclama el regreso del turf. «Si no vuelven las carreras hay mucha gente que se va a quedar sin trabajo», dijo el cuidador local Darío Periga.

Este viernes, a las 11:00 horas, trabajadores locales del turf, jockeys y propietarios de caballos concretarán una movilización en el hipódromo del Jockey Club Santa Rosa en reclamo de que vuelvan las carreras de caballos, paralizadas por la cuarentena obligatoria como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

«Si no vuelven las carreras de caballos hay una gente que se va a quedar sin trabajo», destacó en diálogo con El Diario el cuidador local Darío Periga.

Periga también destacó que «el principal problema es que no hay ingresos, pero acá las cosas se tienen que seguir haciendo igual…los animales hay que alimentarlos, entrenarlos y seguir cumpliendo con todas las obligaciones. Lo que pasa es que si no hay carreras, no hay ingresos, y esto no da para más. No se pueden aguantar más tantos gastos sin ingresos», graficó.

El cuidador admitió que no tienen elaborado ningún protocolo, pero reclaman un encuentro con las autoridades para comenzar a elaborar uno. «Queremos que se empiecen a mover las cosas, estamos dispuestos a tomar todas las medidas de prevención necesarias», indicó.

En relación a los puestos de trabajo, Periga contó que «acá hay unas 50 familias que dependen de que esto siga funcionando. Estamos hablando de jockeys, cuidadores, herreros, domadores, peones en general, los que galopan, los que hacen herrería, los que hacen las camas, los veterinarios…en fin, somos muchas personas las que obtenemos nuestro sustento diario por medio de esta actividad».

La agonía de un turf

La pandemia mundial planteó una compleja realidad para el turf en todo el país, que de celebrar jornadas diarias en distintos recintos hípicos pasó a casi 100 días sin carreras. La problemática formó parte de un largo informe periodístico que hizo la agencia Telam en el mes de abril.

«Sin carreras a la vista, el turf argentino sufre -como cualquier otro sector de la sociedad- un parate que aumenta día tras día el nivel de incertidumbre económica en todos sus actores y la angustia de un público que hace de las apuestas un estilo de vida», destacó el sitio oficial.

La situación actual, de absoluta parálisis, no tiene registro desde los años 70 cuando la organización del turf nacional lanzó un programa de carreras diarias a partir del sistema lumínico instalado en los principales hipódromos.

De esa manera, la actividad se transformó en una industria para algunos -propietarios de studs, cuidadores y jockeys- sin perder el carácter «religioso» para los apostadores, que llegan a invertir entre cuatro y cinco horas diarias de entretenimiento en Palermo, San Isidro o La Plata.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *