Especialistas señalaron que la apuesta a la reactivación estará centrada en China, que concentró en 2019 el 70% de las compras externas de carne vacuna. Reclaman mejorar la competitividad del sector

La cadena de valor de la carne vacuna «está activa y operativa ante la pandemia”. Por un lado, con la exportación pendiente de abrir nuevos mercados y cerrar ventas al exterior que permitan aportar divisas y flujo financiero a las empresas en el marco de inactividad que propone la cuarentena. Y por otro lado, de la mano de una apuesta a mejorar la competitividad, sobre la cual se deberá trabajar a modo público y privado, se estima que la energía de cara a la reactivación estará centrada en la apuesta a China, quien concentró durante el 2019 el 70% de las compras externas de carne vacuna, junto a otros destinos como Estados Unidos, Europa y demás mercados potentes como Chile e Israel.

Allí experimentados empresarios del sector cárnico local como Luis Bameule, hoy titular de Agritur San Luis y Director de la Fundación Producir Conservando, ponderó la necesidad de disponer las medidas necesarias para “consolidar la cadena de la carne en esta coyuntura, tanto interna como internacional, y consideró que esto resulta clave atento a los vaivenes que reportan los mercados, para aprovechar oportunidades a largo plazo”.

El empresario, ex presidente del frigorífico Quickfood, reconoció también que desde el 20 de marzo pasado cuando se dispuso el aislamiento obligatorio “en la Argentina, bajó el consumo de menudencias y cortes para la parrilla, mientras que subió el de cortes sin hueso para cocinas en casa”.

Además, recordó que “la imposibilidad de exportar cueros salados, obligó a los frigoríficos a entregarlos a valores ridículos, salarlos o enterrarlos, al tiempo que en el mercado interno se registró una mayor demanda de grasa para la industria del jabón y un fuerte retroceso en el precio de los cueros por la caída de la demanda internacional”.

Por ello, Bameule recomendó –a través de un informe publicado en el portal de Producir Conservando– que “en estos días, la cadena de ganados y carnes está trabajando con bastante normalidad, lo que no es poco en tiempos de pandemia global. Es un buen momento para hacer una apuesta a punto sobre el camino recorrido, la coyuntura y los desafíos a superar para seguir construyendo futuro a favor del desarrollo sectorial».

Oportunidades

Al evaluar las oportunidades externas, el empresario comentó que “China a mediano y largo plazo seguirá necesitando grandes volúmenes de carne, la Unión Europea debería volver a generar demanda a medida que se levanten las cuarentenas, lo mismo con Estados Unidos, Israel, Chile y otros mercados más pequeños”.

Según Bameule, “en la Argentina, tendremos que ver cómo salimos de la dura crisis, no solo sanitaria, sino económica. Los problemas de renegociación de la deuda externa, la alta inflación, la falta de crédito y las altas tasas de interés, sumados a la informalidad y a los altos impuestos y retenciones, son barreras muy fuertes a la competitividad y deberá trabajarse en todos los frentes”, explicó quien es integrante de la Mesa de Competitividad de las Carnes, y a modo de conclusión dijo: “en mi balance, soy optimista, especialmente para el mediano y largo plazo”.

Atento a sortear barreras comerciales y aranceles impuestos por países compradores a modo proteccionista, el empresario aseguró que ante el enorme desafío que plantea la pandemia, la cadena de ganados y carnes “ha demostrado capacidad de adaptación, y día a día va ganando eficiencia productiva”. Y reconoció, a modo de ventaja, “la posibilidad que tiene el sector cárnico local de contar con una materia prima de reconocida calidad en el mundo”.

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